Corrían las 10 de la noche y recién salía de casa. Pensaba: "… otra vez tarde! Y eso que kería llegar temprano par que mis primeras canciones no las escuche nadie". Un taxi era una opción pero la economía a casi fin de mes no acompaña bien… Sería un viaje largo, por momentos me daban ganas de regresarme, pero con 'Niña Mala de Vargas Llosa' en mano y el frío que entraba por mi falda de 'Flori' esperaba que esto valiera la pena. Felizmente así fue.
Entre la emoción y el nerviosismo entré al primer box hallado y todos me miraron al compás de una misma volteada (¿estaré vestida muy raro?, se me ocurrió). Pero no era ése el destino final, estaba en otro lugar, en otro tiempo. No había ahí 'el recaudador' que tantos mails había enviado, ni nadie tenía cara de 'oso' o cuerpo de 'seguridad'; así que salí con las mismas (muy a mi pesar por los buenos ejemplos de especímenes masculinos que había empezado a vislumbrar en este primer sitio). Pero el palacio de los 'Reyes del Canto' estaría al otro extremo. Temerosa, con aquella cara de niñita buena que a veces pongo cuando kiero parecer inofensiva, entré y me cercioré que estuviera en el lugar correcto. ¡No había duda! Todos los personajes que mitológicamente se habían formado en mi cabeza comenzaban a cobrar forma. Todos menos el heredero de Melbourne que aún me consume de curiosidad saber quién es y qué significa su nombre (cosa que no ocurre con el osos libidinoso que ya es demasiado gráfico).
Aún había poca gente. Aún no habían comenzado a cantar. Aún no rajaban de lo chillona de mi voz así que era tiempo de cantar… Tomé aire… "Hay que hacerlos reír un rato 'Flori'. No sin antes advertirles que no sabemos cantar. Vamos con el gallito!" Y canté kikiriki gallito. Claro, aunque quise cantar primera, la gente me ganó… llegaban más y más personas, pero de mi canción ni rastro. Cuando llegó la tan apludida niña criolla debo admitir que me puse nerviosa pues pensé que era demasiado roche para hacer frente a una persona que sí sabía cantar, pero bueno… la canción ya estaba en camino, así que a ser valiente…. (Además me encadiló su hsta. de amor. El reinado perfecto de dos reyes canto. Muy nice en verdad…)
Y aunque cuando canté fue un total desastre (así como muchas otras que cantaría dps), fue también muy emocionante ver como todos se unen a un mismo ritmo y resuelven sus almas en seguir el sabor, el sentimiento, la alegría de la canción. -Mi papá siempre decía… "si no sabes cantar, sólo sonríe y baila… todos creerán que lo haces bien mientras te miren los ojitos y la gran sonrisa del rostro…"- …. y el resto de la noche me la pasé bailando.
Oí de todo esa noche, música ochentera que mis cortos 23 años jamás habían registrado, la de dos lobazos, la oreja de van goht, RBD, el pre Soda, apenas una de Bonjovi, pero ¡qué una!; también unas magníficas interpretaciones románticas por aquellas grandes voces de la esquina… que ocasionalmente volvían a tomar el micrófono y me enseñaban lo que es cantar, y lástima que la criolla estuviera ronca (pero eso permitió que esta vez por lo menos no me intimidara con su voz)…
Y el aire enfriaba, la cuenta de tragos corría, y yo rebotaba por el mundo… (a veces también bailaba, ¡gracias Rosalyn por ser mi fiel compañera!) Y entonces aparecieron las caderas de Shakira bailando aquellas canciones exóticas árabes, las bailarinas de cumbia como aquellas bailantas de antaño de Muñeca Brava, y por supuesto, el imperdible perreo que pusieron de vuelta y media la sala desatando toda la expresividad de sus cantantes y la sensualidad de las bailarinas (felizmente que no fui con minifalda…)
Pasando las tres de la mañana, cuando los presentes habíamos perdido noción de la hora en el éxtasis de la música, se apagó la música. Silencio y la pantalla azul… la sala llena y había que improvisar… era demasiado baile, estábamos demasiado empilados y el gallito estaba siendo solicitado… (sí!!! El gallito de la floricienta! El mismo que el del comienzo de la reunión! ) Y aunque lo cantara horrible y no me supiera bien la letra no podía defraudar a mi público… Sólo que esta vez todo fue distinto: el oso, que esa noche también fue lobo (y también cabro jajaja), le tocó hacer también de gallo! Y él aleteándole el ala se paró a bailar…chiqui chiqui chiqui chiqui chiqui chiqui chi!!!
Dps de eso todo fue posible! El ilarie larie eh no se hizo esperar ¡y hasta se descubrió al paquito peruano! (y dos animadoras perfectas para nubeluz dicho sea de paso), la canción del lobo pirañón a dúo pasó de vueltas a todo el mundo, la 'ingrata' vino dos veces y 'pluma gay' ya fue demasiado…
Una noche excepcional debo decir… (aunque haya llegado a casa con el pan, y no haya tenido pal taxi). "Espero que se repita pronto", pensé cuando intentaba dormir sitiendo los primeros rayos del sol cayéndome en la cara.
